El vecino menos famoso de Monserrate: Guadalupe
“Bienvenidos al Santuario de Guadalupe. Que Dios los bendiga.” Dice un señor ciego, con una lata en su mano derecha donde recibe monedas de los peregrinos que llegan al cerro. El viento golpea fuerte y el aire frío permiten sentir la pureza del lugar, contrario al ambiente citadino de Bogotá. La subida al cerro, incluso más alto que Monserrate, no es por un gran teleférico o un funicular, pero eso da igual para quien lo visita a la hora de rezar o a admirar la vista.
La iglesia es muy modesta, no tiene múltiples adornos ni es tan grande como la del Señor Caído de Monserrate. Su entrada, donde se alza la Virgen de Guadalupe de varios metros con sus brazos abiertos, está pintada de color blanco y no hay nada más. En el resto de sus paredes se ven algunos agujeros y los ladrillos que muestran el desgaste de los años. La señora que se ha encargado de dar avisos parroquiales y cantar las canciones de la misa por los parlantes no deja de pedir auxilio económico para el mantenimiento del lugar. Allí, desde el mirador, se puede ver toda la ciudad: desde Ciudad Bolívar hasta los montes de Suba. Algo irónico al pensar que ni media Bogotá conoce el cerro que los mira a diario vivir.
Dirección: Vía Bogotá-Choachí, Km 7. Teléfono: 2465937 - 2898943 Horarios: Se puede subir al cerro de Guadalupe todos los días, pero los negocios de comida están abiertos, y el santuario tiene misas, los domingos en la mañana.