Un palacio francés para tomar el té
No todo el mundo ha tenido la oportunidad de viajar en el tiempo, sin embargo, quien lo ha logrado descubre que lo único necesario para hacerlo es adentrarse en las puertas doradas de la pastelería Jacques. El viaje, que empieza con el sonido del teclado de un piano al fondo, hace que los ojos de los comensales se eleven enfocándose solo en el cielo raso. Si bien los frescos no los pintó el mismísimo Miguel Ángel, no cabe duda que su autor conoció su trabajo. Nubes blancas y caras de querubines danzan por el techo al compás del pianista que en el fondo ameniza el lugar junto al cálido aroma de la mantequilla y la harina cuando se hornean. El ritmo de la canción la siguen los afanados empleados que sofá a sofá atienden a sus huéspedes y embriagan con mimosas, eclairs y la fresca fragancia del té de yerbabuena.
Los asientos dorados y tapizados con terciopelo rojo se encargan de atrapar a los huéspedes ahí sentados. Estos son invitados a olvidar sus preocupaciones y dejarse encantar con el olor a chocolate y pan recién horneado. Los viajeros, ubicados entre libros o cuadros son la compañía ideal para los bustos que descansan sobre pilares venecianos y vigilan a través de las cortinas que se roban la luz del lugar. Al final, mientras el viajero atraviesa el oscuro pasillo iluminado solo por la luz de una vitrina que expone un arcoíris de pasteles, merengues, tartas y macaroons, tan dulces que el olor a azúcar impregna el lugar, se da cuenta de que volvió a su tiempo actual.
Dirección: Calle 109 #15-48
Teléfono: 6209458 - 3043333367
Horario: Lunes a sábado de 8:00am – 9:00pm
